No hay por qué preocuparse, se dijo Jimmy después de muerto. Poco le costó acostumbrarse a su nuevo estado. Lo aceptó sin más, pero, a medida que iba rejuveneciendo, empezaba a temer que las cosas cambiasen. ¿Y si nazco? se preguntaba. Pensarlo le producía escalofríos. No recordaba haber muerto, pero temía nacer, había conocido a otros que lo habían hecho. Toda una serie de filósofos que ya habían nacido se planteaban en su muerte cómo sería ese más allá. Llevában siglos haciéndolo. Si no se naciese... meditaba esperanzado Jimmy. Pero entonces se sentía egoísta pensando que estaba privando de espacio a nuevos muertos.
¿Qué habrá después de la muerte? ¿Cómo será nacer? Le atormentaba saber lo único que hasta el momento se conocía: algún día nacería empapado en sangre.
sábado, 29 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
Jimy, una pasa normal
Dentro de trece años todo será normal y entonces habrá que plantearse cómo será todo dentro de trece años. Pasaron veintiséis años y, para Jimy, todo transcurría con normalidad. Deberán pasar diez años y tres más para que todo se avive. Pero la vida se alejaba y Jimy se arrugaba. No obstante todo le pareció normal. Incluso encontrar una pasa con sus ojos de siempre en el espejo. Todo cambiará dentro de trece años, se decía. No fue así. Jimy se murió con normalidad.
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